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- By Marisol Cortés
La adolescencia es un periodo en el que el individuo comienza a sentir cambios en su cuerpo, en sus emociones y en su mente. La sociedad suele encasillar estos cambios y esta etapa de vida como una etapa complicada e inmadura, la cual desean que pase lo más rápido posible.
Distintos autores comentan que la adolescencia comienza a partir de los 12 años con la pubertad, hasta los 18 años, incluso algunos mencionan que dura hasta los 24 años. Las alteraciones hormonales, emocionales y psicológicas comienzan a ser notorias. El cerebro comienza a cambiar, a desarrollarse, a integrare.
Todos los adultos hemos pasado por esta etapa. ¿Cómo fue tu adolescencia? ¿Cómo fue la relación con tus padres y con tus amigos?
Solemos recordar lo malo de esta etapa. Si modificamos nuestra visión podremos recordar momentos increíbles. Al poder hacer esto podremos ayudar al adolescente a que pueda desarrollarse y tener las herramientas necesarias para tener una vida plena como adulto.
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- By Marisol Cortés
En estos últimos meses he tenido la suerte de conocer a un monstruo muy peculiar. Es muy grande, su cuerpo es de goma y se adapta a cualquier forma, tiene ojos morados y grandes. Todos sus sentidos están muy alertas. Irradia un color distinto en cada uno de ellos. Este monstruo aparece en cada uno de nosotros. Todos lo tenemos. En ocasiones es muy positivo y en otras suele ser muy negativo.
El que yo conocí se llama ‘Timo’.
Timo es amable y cariñoso. Vive dentro de un niño. A veces se enfada mucho y pega a las cosas o a los demás, su tolerancia a la frustración es poca y suele decirse a sí mismo comentarios muy negativos. Cuando se siente así, Timo cambia completamente de color y forma. Se vuelve más oscuro y rígido. Confronta las órdenes o propuestas de los demás. No cree en sí mismo, ni en que puede lograr lo que se propone. Actúa como si fuera él mejor pero no se siente el mejor. En ocasiones agrede a los demás para sentirse más valiente.
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- By Marisol Cortés
“Los juguetes son las palabras del niño y el juego es el lenguaje del niño”
Ginott Haim
Los niños disfrutan jugar, se olvidan de sus preocupaciones y mientras tanto ¡aprenden!
El juego permite a los niños a usar su creatividad mientras que desarrollan su imaginación, destreza y fortaleza física, cognitiva y emocional.
Jugando desarrollan su cerebro, Bruce Perry y Maia Szalavitz lo demostraron. Encontraron que el juego estimula las estructuras neuronales del cerebro y que este es crítico para el desarrollo normal.
Les permite a los niños crear y explorar su mundo, conquistando sus miedos mientras que practican roles de mayores, a veces junto con otros niños o con cuidadores adultos. Mientras que dominan su mundo, el juego ayuda al niño a desarrollar nuevas competencias que lo llevarán a encontrar la confianza y la resiliencia que necesitan para hacer frente a futuros desafíos.
Se habla a menudo del juego como si se tratara de un descanso del aprendizaje serio. Pero para los niños el juego es parte fundamental del aprendizaje serio. El juego es realmente el trabajo de la infancia, mencionaba Fred Rogers.